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El sector hortícola “avanzará en conjunto” para adecuar el uso del agua a las necesidades de los cultivos

El iscariense Fernando Rico presentará las demandas de los productores ante el I Congreso de la Cadena Alimentaria, el 17 de diciembre en Arroyo de la Encomienda

Las producciones hortícolas son muy demandantes de agua, aunque las necesidades varían mucho en función del año. Por eso resulta “imprescindible” trabajar en un marco de mayor facilidad de acceso a este recurso y, sobre todo, de mayor flexibilidad “para adaptar el uso del agua a nuestras necesidades”.

Con la idea de “avanzar en conjunto” en un uso más racional del agua se cerró la Mesa de Hortícolas, presidida por el agricultor Fernando Rico y que formaba parte de los trabajos previos al I Congreso de la Cadena Alimentaria, que se celebra en Arroyo de la Encomienda (Valladolid) el miércoles 17 de diciembre.

“No podemos perder de vista la riqueza que generan las hortícolas en el territorio, con muchos pueblos en los que, sin ellas, desaparecería la agricultura”, destaca el iscariense. “Hablamos de unas producciones de gran valor añadido, con una maquinaria muy innovadora que requiere importantes inversiones”, recalca, “y que son fundamentales para fijar población”.

El propio Rico será el encargado de presentar las conclusiones de la mesa a los participantes en el encuentro. Se muestra convencido de que en este sector específico las relaciones con la distribución están “muy marcadas” por la competencia entre los diferentes agentes.

Pese a todo, el congreso sirve como marco para una toma de contacto de la que han salido ideas que “pueden concretarse más” en el futuro.

Algunas ya han quedado apuntadas en el documento de conclusiones, como una “insuficiente” imagen del sector por parte de la sociedad, que hace necesaria una campaña de comunicación que muestre en qué consiste la labor del agricultor, además de las propiedades de los productos obtenidos y elaborados en España.

En la reunión también se ha recalcado la “escasez” de mano de obra, con unas necesidades formativas que siguen sin cubrir, además de un “exceso de burocracia”. Como aspecto positivo en el que merece la pena seguir avanzando, los participantes destacaban el ejemplo del corazón amarillo de Tierra de Sabor como “marca común” que permite identificar al territorio y facilita la comercialización.

Las producciones hortícolas son muy demandantes de agua, aunque las necesidades varían mucho en función del año. Por eso resulta “imprescindible” trabajar en un marco de mayor facilidad de acceso a este recurso y, sobre todo, de mayor flexibilidad “para adaptar el uso del agua a nuestras necesidades”.

Con la idea de “avanzar en conjunto” en un uso más racional del agua se cerró la Mesa de Hortícolas, presidida por el agricultor Fernando Rico y que formaba parte de los trabajos previos al I Congreso de la Cadena Alimentaria, que se celebra en Arroyo de la Encomienda (Valladolid) el miércoles 17 de diciembre.

“No podemos perder de vista la riqueza que generan las hortícolas en el territorio, con muchos pueblos en los que, sin ellas, desaparecería la agricultura”, destaca el iscariense. “Hablamos de unas producciones de gran valor añadido, con una maquinaria muy innovadora que requiere importantes inversiones”, recalca, “y que son fundamentales para fijar población”.

El propio Rico será el encargado de presentar las conclusiones de la mesa a los participantes en el encuentro. Se muestra convencido de que en este sector específico las relaciones con la distribución están “muy marcadas” por la competencia entre los diferentes agentes.

Pese a todo, el congreso sirve como marco para una toma de contacto de la que han salido ideas que “pueden concretarse más” en el futuro.

Algunas ya han quedado apuntadas en el documento de conclusiones, como una “insuficiente” imagen del sector por parte de la sociedad, que hace necesaria una campaña de comunicación que muestre en qué consiste la labor del agricultor, además de las propiedades de los productos obtenidos y elaborados en España.

En la reunión también se ha recalcado la “escasez” de mano de obra, con unas necesidades formativas que siguen sin cubrir, además de un “exceso de burocracia”. Como aspecto positivo en el que merece la pena seguir avanzando, los participantes destacaban el ejemplo del corazón amarillo de Tierra de Sabor como “marca común” que permite identificar al territorio y facilita la comercialización.

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