El mundo del vino afronta una crisis sin precedentes ante el descenso en el consumo, sobre todo de tintos.
Ese es el contexto en el que se celebra el I Congreso de la Cadena Alimentaria, que tras la presentación de ponencias acogerá una mesa redonda donde se expondrán las conclusiones de las nueve mesas preparatorias.
Una de ellas, la de Viticultura, estuvo presidida por el viticultor y elaborador Juan Ruiz, que trasladará las conclusiones de aquel debate a los participantes en el encuentro del 17 de diciembre.
Para él, lo fundamental es la «presencia activa» de los diferentes eslabones de la cadena.
“Ha sido una iniciativa pionera y era algo necesario porque los agricultores sentimos muchas veces que nos dejan de lado”, señala.
Por eso era tan positiva la presencia de consumidores, hosteleros, bodegas, en un momento histórico en el que son numerosos los retos del sector de la viña y el vino: “Entre todos debemos hallar la fórmula para que sobrevivan el vino y la viticultura, ponerse cara y escucharse, porque a lo mejor -por ejemplo- los elaboradores abrumamos al hostelero con tantas marcas, o quizá a veces sea justo al revés, pero debemos escucharnos”.


