El I Congreso de la Cadena Alimentaria es una cita importante para el campo porque, por primera vez, se van a enfocar los problemas desde una perspectiva integral, del conjunto del sector.
Lo apunta David Vallejo, de la compañía O2 Agricultura, para quien “se echa de menos más diálogo” en el mundo de la patata, donde todavía hay un 44% de superficie sembrada sin contrato.
Vallejo presidió la Mesa de la Patata, dentro de los trabajos preparatorios del congreso, donde se pidió dar continuidad a los trabajos para seguir definiendo las asignaturas pendientes del cultivo, como “conocer las necesidades de industria y operadores para que no haya tanta patata ‘libre’ que acaba alterando el mercado”.
“Ni la industria ni el agricultor por su cuenta van a solucionar los problemas de la patata”, apunta Vallejo, para quien el sector debe avanzar de forma conjunta y, por ejemplo, “hacer que se cumpla la Ley de la Cadena, con un riguroso análisis de los costes de producción” y que ningún estabón pierda dinero.
Los trabajos desarrollados en el marco de este congreso deben permitir, además, que se cumplan algunas de las exigencias planteadas por el conjunto del sector, como “reducir la burocracia” y alcanzar el compromiso de que no llegue producto de otro país mientras haya en los almacenes patata española.
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